España encabeza el consumo de ansiolíticos en Europa y es el país europeo con mayor prevalencia de trastornos mentales en niños y adolescentes. Apenas dos datos, demoledores, pero hay muchos más, las cifras son intolerables, pero resulta mucho más duro el sufrimiento que soportan tantas personas, cada día de su vida. La salud mental y los problemas que acarrea carecer de ella siguen siendo un asunto de todos, pero requiere más justicia social, porque el derecho a la salud mental es un derecho humano fundamental. Así lo reclaman millones de voces en todo el mundo en un día señalado para el mundo entero, porque, al final, una de cada cuatro personas estaremos directamente afectadas por un problema de salud mental a lo largo de nuestra vida.