El confinamiento que se vive a día de hoy en muchos países del mundo ha disparado la alarma social debido a la violencia intrafamiliar que ocurre de puertas adentro en muchos hogares.
La Fundación ANAR, una de las organizaciones sin ánimo de lucro referente en la protección de jóvenes, ha querido lanzar una campaña con el objetivo de proteger a los jóvenes debido a la previsión de un repunte de la violencia filio-parental.
“Sabíamos que en estos momentos en los que no podíamos salir de casa, había niños, niñas y jóvenes que lo están pasando mal y nos necesitan más que nunca”, señala Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR.
Por eso, el primer paso en su estrategia ha sido relanzar el CHAT ANAR, un “servicio silencioso, anónimo y confidencial que permite a los menores pedir auxilio en presencia de sus agresores, utilizando cualquier dispositivo móvil sin ponerles en peligro”, según Ballesteros. “Un aliado que nos permite llevar soluciones y esperanza a los que más lo necesitan”.
Este programa de refuerzo se apoya también en el canal de correo electrónico EMAIL ANAR y la vuelta -una vez que se autorizó la salida a la calle de los menores de 14 años- de sus líneas de atención telefónica, operativas 24/7:
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- Teléfono de ayuda a niños y adolescentes: 900 20 20 10
- Teléfono de la familia y los centros escolares: 91 726 01 01 – 600 50 51 52
- Teléfono para casos de niños desaparecidos: 116 000
La Fundación ANAR cuenta con tres niveles de atención para todas las consultas recibidas. En primer lugar, la orientación al menor, donde el psicólogo realiza una valoración individual; en un segundo filtro de atención y actuación se deriva a profesionales y recursos de su entorno. Por último, en una tercera etapa, se interviene en aquellas situaciones que representan “un grave riesgo, emergencia o desamparo del menor de edad”, con la posibilidad de trasladar el caso inmediatamente a la policía o a los servicios asistenciales y sanitarios, concluye.
En dos meses, el equipo de psicólogos, orientadores, abogados y trabajadores sociales de la asociación ha atendido cerca de 3.000 peticiones de ayuda. De ellas, casi un 50% guarda relación con el maltrato físico y psicológico.