Concluimos con otra de las personas claves en el itinerario de Hontanar en sus últimos años. Se trata de Pilar, que con su trabajo y dedicación se ha convertido en un gran baluarte para el piso. Con sus reflexiones le animamos a continuar en esta gran labor.

Estoy preparando los documentos de ingreso de un residente, cada vez que llega un chico nuevo al piso es motivo de esperanza; todo es posible. A veces pasa que hace poco tiempo otra persona se ha ido y aún quedan detalles en el corazón de los que necesite despedirme, porque quiero dejarme invadir por la ilusión y las expectativas de una nueva oportunidad de vivir de una manera que nos haga felices, una apuesta por la vida sin dependencias.

“Cada vez que llega un chico nuevo al piso es motivo de esperanza; todo es posible”

Las adicciones nos muestran una cara de nuestra sociedad, de nosotros mismos, en laque nos sumergimos en el deseo egoísta e inútil de llenarnos, de completarnos; estamos dispuestos a consumir hasta hartarnos, de lo quesea, drogas, comida, fiestas, compras varias, la tele, los videojuegos, … en esa búsqueda ansiosa de llenar un vacío, que no desaparecerá. Desde mi experiencia, sólo la humildad y la sencillez nos permiten abrirnos a otras personas, ser “nosotros”, y así mis limitaciones, no tienen tanta importancia, no necesito llenarme/llenarlo todo.

Sobre humildad y sencillez sabe mucho el voluntariado de Hontanar, ya sabéis que soy “fan incondicional” vuestra. Es también un milagro maravilloso, misterio de amor, compartir tarea con personas entregadas que viven que en el compartir es donde se llega ala paz, porque, una vez que encuentras tu sitio, sólo tienes que dejarte llevar por la bondad y la belleza que llevas dentro; y la vida cobra sentido.

Y cuando llega el nuevo residente, presentarnos, enseñarle el piso, las normas, las tareas, …Dios confía una vez más en nosotros, vuelve a nacer en Hontanar: voluntariado, residentes, contratados, colaboradores económicos. Él nos da una nueva oportunidad desconectar con lo sencillo, lo pequeño, lo nuevo, con alegría y esperanza, creer que es posible pasar de las tinieblas a la luz, como en Belén.