El pasado martes 22 de octubre acudimos a unas jornadas organizadas por UNAD, que tenían el objetivo de presentar el Manual «Tratamiento Psicológico de la Adicción al Juego Online».
Allí se trataron temas como la necesidad de regulación del juego, tanto online como presencial, y de la publicidad que a diario nos encontramos en las calles, en los medios de comunicación e incluso patrocinando entidades deportivas, ya que esta ha favorecido la normalización de los juegos de apuestas vistos por los más jóvenes y sus familias como una actividad de ocio más o un medio para ganar dinero fácil.
También se recalcó la importancia de actuar en la prevención de la temprana iniciación en el juego, ya que ésta es más grave cuanto más joven se empieza; los datos señalan que la edad de inicio en el juego es cada vez menor, alrededor de los 13 años. Las investigaciones han mostrado que el juego de apuestas y el juego online potencia la posibilidad de adicción, encontrando un nicho importante en los más jóvenes. Los datos también reflejan que sigue habiendo una diferencia sustancial entre el número de hombres y de mujeres que sufren de adicción al juego, siendo los primeros mucho más numerosos.
El perfil de la persona que recibe tratamiento por adicción al juego ha cambiado con respecto a lo que los profesionales trataban hace unas décadas. Mientras antes la persona era un varón de entre 30 y 50 años, casado; actualmente el perfil ha cambiado y nos encontramos ante varones de entre 15 y 30 años, en su mayoría solteros o sin relaciones estables, y con formación académica.
Asimismo, el Manual, elaborado por la Universidad de Valencia, es un protocolo organizado y actualizado de intervención, cuyo tratamiento está centrado en la persona, al que se le ha intentado añadir una pincelada de género.
Como nota destacable, se ha estado planteando que los ayuntamientos y autonomías deberían intervenir en la regulación de las casas de apuestas, ya que estás se encuentran en los barrios más deprimidos, cerca de colegios, centros sociales, etc,. De igual manera, se recomendó un mayor control en el acceso de menores, tanto al juego presencial como en el online, para el cual muchas veces estos usuarios usan la tarjeta de crédito de sus padres o hermanos mayores.